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Desde
la llegada de Internet, el correo convencional ha perdido gran parte del
protagonismo que tuvo durante mucho tiempo. Cada vez son menos los viajeros
que utilizan este servicio, aunque todavía queda gente que sigue
describiendo el viaje a sus allegados a través de cartas o postales.
En general, las oficinas de correos venden sellos, tarjetas telefónicas
y billetes o pases para el transporte público. Si el viaje es largo
y conoces con exactitud el lugar donde vas a estar y la fecha, podrás
recibir cartas mediante una lista de correos. Se trata del servicio de poste
restante, disponible en las oficinas centrales de casi todas las localidades.
Los envíos sólo se guardarán un mes (luego son devueltos
al remitente) y para recogerlos hay que acreditar la identidad con un pasaporte.
Para que no se extravíen habrá que asegurarse de que en el
sobre aparezca el nombre y apellido del destinatario, la dirección
de la oficina a la que se envía con código postal y las palabras
"poste restante". Los horarios de apertura varían de un
país a otro, pero en las principales capitales encontrarás
una oficina abierta las 24 horas. Asimismo, las más grandes, suelen
contar con teléfonos públicos y un puesto de acceso a Internet,
que casi siempre es más caro que los que encontrarás en los
cybercafés. |
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