Se dice que el LSD es la droga menos arriesgada y que implica menos problemas para la salud. Hemos oído hablar de ella en multitud de ocasiones de forma positiva, como aquella droga que te ayuda a abrir la mente y alcanzar todo tu potencial. ¿Pero sabéis que con que vivamos un mal viaje de LSD ya podemos arruinar nuestra vida?
Morir por LSD no es frecuente. No es una droga que nos vaya a dar una sobredosis. Pero es posible morir por el consumo de LSD si no tenemos en cuenta las precauciones de seguridad mínimas. Por ejemplo, muchas personas han fallecido por llevar a cabo su consumo en solitario. Las alucinaciones y la psicodelia que se experimentan con distintos niveles de intensidad nos pueden llevar a una muerte segura. Por ejemplo, si estamos en casa a solas podríamos tirarnos por la ventana pensando que vamos a volar o que estamos simplemente saliendo al jardín por la puerta.
También podríamos llegar a sufrir heridas mortales si tenemos objetos peligrosos en casa y elementos comunes en cualquier hogar, como cuchillos. Muchas personas han fallecido durante la experimentación de estas alucinaciones porque todo se descontrola y perdemos el control de nuestra vida y existencia.
Pero por mucho que tengamos en cuenta las medidas de seguridad, como tener a una persona con nosotros que nos proteja mientras estamos bajos los efectos de la droga, podemos sufrir un mal viaje. Nunca es posible saber si vamos a tener un mal viaje, ya que depende de muchos factores. Y lo que ocurra en ese mal viaje es algo que nos podría marcar de por vida y arruinar todo lo que hayamos construido hasta ese momento.
Hay personas que viven momentos dramáticos que les producen pesadillas constantes. A otros individuos la realidad se les trastoca tanto que ya no pueden concentrarse en nada de lo que hagan. Y hay quienes viven con miedo y sentimiento de persecución en todo momento. Otras personas sufren colapsos y momentos de desconexión en su cebrero que se pueden producir en cualquier momento, incluso cuando están caminando o conduciendo. Esos peligros proceden de las consecuencias de un viaje que salga mal parado.