Parece que los jóvenes españoles no tienen suficiente con el alcohol y las demás sustancias que ya están consumiendo de forma habitual. En busca de seguir llevando los límites más lejos, ahora los jóvenes han comenzado a usar gas de la risa. La situación preocupa a las autoridades.

La moda llegó de la mano de los británicos hasta España y los jóvenes españoles la copiaron. Primero empezó en Marbella y Mallorca y después se fue extendiendo por todo el país. El gas de la risa se ha ido añadiendo a las prácticas habituales de los botellones y, en especial, se ha visto en lugares de botellón frecuentes como en la zona de Sants y de Gràcia.

Si tenéis dudas, el gas de la risa es el nombre que se está extendiendo para el uso de óxido nitroso, comercializado en bombonas. Recientemente, por ejemplo, fue detenida una persona en Ciutat Vella que estaba llevando dos de estas botellas para su consumo en un botellón. Por lo que parece, la forma en la que iba a realizar el consumo del óxido era mediante el uso de globos e infladores. Su plan era usarlo dentro del coche.

No obstante, según las autoridades, parece que el consumo de este gas no se ha impuesto como una normalidad entre la juventud española. Se habla más sobre cómo lo usan los turistas extranjeros, los británicos y los franceses. Se ha determinado como una sustancia estupefaciente, provocando risa, relajación y efectos similares a los que se produce cuando se esnifa pegamento.

Los efectos, eso sí, son muy breves, aunque rápidos. Con el consumo de esta droga, los individuos se exponen a graves riesgos, como presión arterial baja, problemas respiratorios, daños en los pulmones, muerte por asfixia y distintos problemas a largo plazo en el organismo, como en el corazón.

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