Los efectos provocados por el consumo de anfetaminas recuerdan en gran medida a los producidos por la cocaína.
Efectos psicológicos. Entre los más frecuentes se encuentran: agitación, euforia, incremento de autoestima, sentimientos de grandiosidad, verborrea, alerta y vigilancia constantes, y agresividad.
Efectos fisiológicos. Los efectos sobre el organismo del consumidor son, en esencia: falta de apetito, taquicardia, insomnio, sequedad de boca, sudoración, incremento de la tensión arterial y contracción de la mandíbula.
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