Riesgos psicológicos. Las consecuencias más severas del consumo de LSD pueden ser: reacciones de pánico (mal viaje), intento de suicidio, reacciones psicóticas y reapariciones de alucinaciones sin que se haya consumido la sustancia (flash-back).
Riesgos orgánicos. Dado lo esporádico de su consumo, no existen pruebas de daños físicos, siendo en la esfera psicológica donde está la mayor probabilidad de consecuencias adversas.