Una de las características principales de la LSD es su potente efecto a dosis mínimas. A la media hora de su consumo, empiezan a manifestarse sus efectos, que duran alrededor de 8 horas.
Efectos psicológicos. Podría decirse que el consumo de alucinógenos disloca el funcionamiento del cerebro humano, desapareciendo los límites entre el sujeto y la realidad. Las principales manifestaciones de este proceso son las siguientes: alteración de la percepción, incluyendo la propia autoimagen, hipersensibilidad sensorial, deformación de la percepción del tiempo y el espacio, alucinaciones, ideas delirantes, euforia, confusión mental, verborrea, hiperactividad y experiencia mística
Efectos fisiológicos. Tras su consumo, el usuario experimenta los siguientes efectos: taquicardia, hipertermia, hipotensión, dilatación de la pupila y descoordinación motora.
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