Riesgos psicológicos.
Además de una intensa dependencia psicológica, sentida como necesidad apremiante de beber alcohol, el abuso regular puede provocar pérdida de memoria, dificultades cognitivas y demencia alcohólica.
Riesgos orgánicos.
El abuso crónico de alcohol está relacionado con diversos problemas de salud: gastritis, úlcera gastroduodenal, cirrosis hepática y cardiopatías.
El alcohol puede generar dependencia física, con un síndrome de abstinencia caracterizado por ansiedad, temblores, insomnio, náuseas, taquicardia e hipertensión, que puede desembocar en un delirium tremens si no es tratado.
|