Hay personas que creen que se puede diferenciar entre drogas blandas y drogas duras, en función de su peligrosidad potencial.
Sin embargo, la mayor o menor peligrosidad de las drogas es algo muy difícil de cuantificar. Desde un punto de vista estrictamente médico toda droga resulta nociva para la salud de la persona.
También se tiende a considerar como drogas blandas aquellas que son legales (alcohol y tabaco) y como drogas duras las ilegales (cocaína, anfetaminas, alucinógenos, etc.). Este es otro gran error. El alcoholismo y el tabaquismo son las toxicomanías más extendidas en nuestro país, con grandes complicaciones sanitarias, individuales y sociales.
La peligrosidad de las sustancias psicoactivas no depende sólo del tipo de sustancia y su grado de toxicidad, sino también de la dosis y de las características de la persona que las consume. No es científicamente correcto diferenciar entre ambas.
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