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Madrid, Comunidad Valenciana y Extremadura abren hoy el fuego de la Selectividad |
abc - 10/06/2003
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La Selectividad -Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), como prefieren llamarla los puristas- toca a su fin, ya que la última convocatoria se producirá en el curso académico 2004-2005. Esto significa que aún durante tres cursos -el vigente incluido-, el acceso a los estudios universitarios deberá pasar, con carácter general, por ese filtro temido por los estudiantes, aunque el descenso del número de alumnos, la creación de nuevas plazas y la implantación del Distrito Abierto lo han hecho menos traumático. Este año, más de 200.000 alumnos españoles se presentarán, entre junio y septiembre, a las pruebas. Desde hoy y hasta el 19 del presente mes, se desarrollarán los exámenes de la primera oportunidad. La segunda tendrá lugar entre el 8 y el 19 de septiembre. La inmensa mayoría de los matriculados proceden de los Bachilleratos de la Logse, ya que el COU está extinguido. Los escasos alumnos que concurren por la vía del COU componen el grupo de los que todavía no habían consumido todas las convocatorias de examen.
Así las cosas, Madrid, Comunidad Valenciana y Extremadura abren hoy el fuego. Mañana, se incorporarán los alumnos de Aragón, Cantabria, Galicia, Navarra y País Vasco. Por su parte, Andalucía, Canarias, Ceuta, Melilla, La Rioja y Murcia celebrarán los exámenes entre el 16 y el 18 de junio, Asturias, Castilla-La Mancha y Cataluña cerrarán la ronda de evaluaciones, entre el 17 y el 19 de junio.
Doble corrección y reclamación
En todos los casos, las pruebas duran tres días, con un máximo de cuatro horas y media por jornada y se dividen en dos partes. La primera se refiere a las materias comunes y consiste en un análisis de texto de Lengua y Literatura, otro de lengua extranjera y un comentario de texto. Su finalidad es valorar la madurez del alumno.
La segunda parte está relacionada con las materias de la modalidad cursada en Segundo de Bachillerato y pretende evaluar los conocimientos específicos del estudiante. Por segundo año consecutivo, los alumnos catalanes pasarán una prueba auditiva de un idioma extranjero, que sólo servirá para aumentar la nota, y que consiste en escuchar una grabación de unos cinco minutos y contestar a unas preguntas sobre su contenido.
La calificación definitiva se establece mediante la suma del 40 por ciento de las notas de los exámenes y el 60 por ciento de la media del expediente académico personal. Hay que advertir, no obstante, que para optar a la media final se debe lograr al menos un 4 en los ejercicios de Selectividad, pero esto garantiza el aprobado, porque si no se llega al 5 se declara un «no apto».
Una vez publicadas las notas, los estudiantes que estén en desacuerdo con ellas tendrán dos vías para, en el plazo de tres días, pedir aclaraciones. Se trata de la doble corrección y la reclamación, que son incompatibles entre sí.
La doble corrección es más arriesgada que la revisión, ya que puede bajar la nota inicial e incluso suspender un ejercicio antes aprobado. Por el contrario, la revisión nunca bajará la calificación; podrá dejarla igual o subirla.
Los ejercicios para los que se solicite la doble corrección serán revisados por un profesor distinto al que los evaluó inicialmente. La calificación resultará de la media aritmética entre ambas correcciones. Si la diferencia fuera superior a tres puntos, un nuevo profesor realizará otra corrección y otorgará la calificación definitiva. Si el alumno mantiene su desacuerdo, puede recurrir a la comisión organizadora de los exámenes e incluso a instancias superiores. En la revisión, los ejercicios para los que se solicita son corregidos por un profesor especialista, distinto al que lo hizo en primera instancia, y la calificación se obtiene asimismo con la media aritmética. En todo caso, las reclamaciones se formulan en la Universidad donde se haya efectuado la prueba.
Cada alumno dispone de cuatro convocatorias de examen que puede consumir presentándose en junio o septiembre de cualquier año. También existe la posibilidad de subir nota cuantas veces y en cuantas Universidades se desee, siempre que se acredite la residencia.
Progresivo descenso
El número de estudiantes que se presenta a las PAU ha ido disminuyendo con los años y entre 1993 y 2002 se ha acumulado un descenso del 3,22 por ciento. Esto significa que en diez años se han perdido unos 70.000 alumnos, al pasar de 318.413 en 1993, a 249.552 en 2002, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, la caída se mantiene en 2003.
Por el contrario, en los diez años mencionados, el porcentaje de aprobados ha crecido en más de cuatro puntos. En concreto, del 74,8 por ciento en 1993 ha llegado al 79,90 por ciento en 2002, año en que se registró el índice más elevado de aptos, siempre de acuerdo con los datos oficiales. Hay que advertir que, en la convocatoria de septiembre los aprobados descienden considerablemente.
En relación con el número de alumnos en la convocatoria de junio, Andalucía (unos 30.000), Cataluña (alrededor de 27.000) y Madrid (poco más de 25.600) encabezan el listado. En el extremo opuesto, se encuentran La Rioja (1.500), Navarra (2.000), Baleares y Murcia (2.500) y Extremadura, con unos 4.200 matriculados. |
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