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El Gobierno se plantea impedir la comercialización de semillas de cáñamo |
Abc - 25/07/2003
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M. HELENA GAYA «La prohibición de la comercialización de semillas de cáñamo, campañas publicitarias específicas y penalizar la apología del consumo de cannabis» son los planteamientos iniciales de las actuaciones que pretende poner en marcha el Gobierno para intentar frenar el consumo de esta droga, según informaron ayer fuentes consultadas por ABC. Este esquema de trabajo a medio plazo irá previamente acompañado de la constitución de un grupo de expertos para analizar y plantear medidas que pongan coto al consumo, tras conocerse el pasado miércoles que el cannabis es la droga que más ha aumentado entre los jóvenes de 14 a 18 años, e incluso los varones de esta franja de edad ya la prefieren por encima del tabaco, según los datos del Plan Nacional sobre Drogas.
Uno de los miembros de este futuro grupo podría ser Miguel Navarro, profesor de Psicobiología de la Universidad Complutense de Madrid, que consideró esta decisión como «muy acertada, porque sobre el cannabis no ha habido una política especializada y ahora es un buen momento», al tiempo que defendió una estrategia publicitaria en la que se informe a la población general de cuáles son los factores de riesgo que van asociados al consumo de esta droga. A pesar de que el profesor Navarro destacó que «los efectos aparecen a largo plazo, lo que hace que sean difíciles de ponderar y asociar con esta droga», lo cierto es que «un consumo continuado puede desencadenar problemas neurosiquiátricos, relacionados con el estrés y la psicosis; trastornos de la memoria o de las emociones».
Desengancharse del cannabis
En esta línea, «las campañas informativas deberían mejorar políticas anteriores en las que se consideraba al cannabis como una droga de abuso más, que no requería especialización o patrones de desintoxicación, porque iba asociada al policonsumo». Para Navarro, esta percepción es falsa porque «en la actualidad existe un grupo notable de población cuyo problema principal es desengancharse del cannabis», según comentó el profesor al término del curso «Las drogas de uso recreativo» que organiza la Universidad Menéndez Pelayo.
En cuanto a la medida de prohibir la comercialización de semillas de cáñamo o los instrumentos necesarios para el consumo de esta sustancia, el profesor de psicobiología opinó que «es difícil endurecer las penas del tráfico de esta droga o de algunas actuaciones vinculadas a la misma, por eso, yo apuesto más por trabajar en el campo de la prevención y la información, es imprescindible hacer entender a los jóvenes que de la misma forma que no pueden conducir borrachos no pueden hacerlo bajo los efectos del cannabis».
La encuesta presentada por el Ministerio del Interior apuntaba que el cannabis era la puerta de entrada a la politoxicomanía, una hipótesis que el profesor Miguel Navarro considera «que no se puede afirmar, porque no tenemos cifras para asegurar si el tabaco o el alcohol o el cannabis son las puertas de entrada». Lo que sí es cierto es que «aquellas personas que consumen cannabis se hacen más vulnerables al efecto de otras drogas porque el cannabis utiliza los mismos mecanismos de adicción que otras drogas de abuso». No obstante, más que descubrir qué drogas hacen que los jóvenes acceden a este mundo, cree que «lo importante es hacer saber a la población que el consumo de cualquier droga de abuso asociada a otra sustancia -como beber alcohol o esnifar cocaína- genera cambios que afectan a la vulnerabilidad adictiva de otras drogas». |
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