Por mucho que la marihuana esté legalizada en algunas partes del mundo y que en cierta manera se haya convertido en una de las drogas más comunes entre la sociedad, esto no significa que su consumo no tenga efectos negativos para nuestra salud. ¿Pero cuáles son los más graves y de los que deberíamos protegernos evitando el consumo de esta sustancia?
El primer grupo de efectos nocivo es el de tipo respiratorio. Cuando fumamos marihuana se nos irritan los pulmones, nos exponemos a todos los peligros del tabaco generales, como la bronquitis, e introducimos en el organismo decenas de compuestos químicos que resultan cancerígenos. Si la situación se complica podemos llegar a sufrir cáncer de pulmón, ya que poco a poco a medida que fumamos vamos dañando los tejidos del pulmón. Este daño es reparable en el caso de que abandonemos el consumo de marihuana, pero siempre y cuando no hayamos desarrollado ya un cáncer, lo que nos dejaría en una situación gravísima.
Por otra parte, el corazón también sufre como efecto del consumo de marihuana. Al hacerlo lo que provocamos es que tengamos más posibilidades de sufrir un ataque al corazón. Este motivo lleva a que sea poco aconsejable fumar marihuana salvo que un médico nos la recete de forma medicinal para aminorar los efectos de otras enfermedades muy graves.
Por supuesto, la maría también puede afectar al cerebro a la vista del efecto que tiene esta droga cada vez que la fumamos o consumimos. Algunas de las consecuencias psicológicas que podemos sufrir si consumimos marihuana de una forma frecuente incluyen tener ataques de psicosis, episodios de ansiedad y sentir una fuerte depresión. Además, a nuestra memoria le causará daños de gravedad afectando a su rendimiento y extendiéndose desde un día hasta incluso o una semana o periodos más amplios dependiendo de cuál haya sido nuestro consumo. Por último, también hay casos en los que se han registrado episodios de paranoia severa y alucinaciones.