Recientemente, las autoridades estadounidenses han hablado de lo preocupadas que están acerca de los nuevos sistemas que los traficantes de drogas están adoptando para realizar sus negocios. El motivo de ello es que se está utilizando un sistema de aviso con fuegos artificiales, algo difícil de detectar, en especial durante los meses de verano.
Lo que han descubierto los investigadores es que los traficantes encienden fuegos artificiales que se pueden ver a distancia y que avisan a sus contactos de que las drogas han sido dejadas en sus respectivos contenedores. Al activarse unos fuegos artificiales, los traficantes solo se tienen que desplazar al lugar en el cual se han prendido los fuegos y encontrarán las drogas.
Cuando llegan, los traficantes que habían dejado las drogas y encendido los fuegos artificiales, ya han abandonado el lugar, lo que permite que sea un proceso sencillo. Hay políticos de Estados Unidos que piensan en cómo sería recomendable prohibir todos los fuegos artificiales para que así los traficantes no tengan la posibilidad de usar este tipo de técnica para hacer sus negocios. Pero no se trata de una idea que haya recibido el apoyo del público a la vista de cómo, unos fuegos artificiales, tienen capacidad para animar a todo el mundo y ayudan a celebrar grandes fiestas veraniegas.
El problema se encuentra en tener control sobre todos los fuegos artificiales que se encienden, algo que resulta prácticamente imposible. Los agentes se pueden desplazar a los puntos en los que los fuegos se enciendan, pero tienen muchas posibilidades de encontrarse con que no hay nada que esté ocurriendo alrededor. Asimismo, no hay que dejar de lado que se encienden multitud de fuegos de manera simultánea, lo que hace todavía más complicada la labor de detección.
Aun así, se espera que las autoridades puedan adoptar algún sistema que les permita estar más al tanto de los fuegos artificiales para detener operaciones de tráfico de drogas.