Ya hemos hablado anteriormente de cómo el tabaco y fumar en general son adicciones que practican grandes cantidades de personas en todo el mundo. Para beneficio de nuestra salud debería ser algo que erradicásemos de una vez por todas, o al menos que se redujera en lo máximo posible. Pero en vez de acabar con el proceso, lo que hace la sociedad es ingeniárselas para poner en práctica nuevas formas de hacerlo. Y es ahí donde entran las cachimbas, que ahora han sido protagonistas de una prohibición que se extiende por varios lugares de España.
La cachimba es una pipa con la que podemos fumar tabaco de una manera distinta y que se utiliza en locales legales donde los grupos de jóvenes comparten sabores y aromas especiales. Es frecuente organizar encuentros en los que se va pasando la cachimba para disfrutar de distintas propuestas y pasar un rato entretenido.
Por supuesto, podéis imaginar que ni se trata de una práctica recomendada, ya que hablamos de tabaco al fin y al cabo, ni va a ser posible seguir compartiéndola en medio de la crisis del coronavirus. Al menos en algunas regiones, como la Comunidad Valenciana, ha quedado prohibido que la podamos compartir. La cachimba, por ahora, será de uso único exclusivo.
Esta prohibición hay que tener en cuenta que no solo se aplica al interior de los establecimientos donde se nos propone usar la pipa de agua, sino que también es una ley que hay que respetar en el exterior. Las cuestiones sanitarias y de salud que llevan a ello se concentran en reducir por todo lo posible posibles infecciones de la COVID-19.
Además, aunque en los locales el uso está permitido de forma individual, las distintas piezas que se utilizan, como la boquilla, tendrán que ser desechadas tras cada cliente. Así las autoridades se aseguran reducir al mínimo los posibles focos de infección.