Ed Buck no es político en sí mismo, sino alguien famoso que apoya a políticos con donaciones. No obstante, esa capacidad económica que tiene, también le sirve para satisfacer otros intereses, como la organización de fiestas locas en las que combina el sexo y las drogas de una manera extrema. Ahora le han llevado a juicio por varias acusaciones que cargan contra sus actividades.

Está considerado como un depravado, como alguien que es capaz de pagar un viaje a hombres a los que quiere atraer a sus particulares fiestas. Si hacen todo lo que les dice, pueden llegar a ganar un buen montón de dinero. El dinero nunca ha sido un problema para Buck.

Su afición principal se encuentra en la organización de encuentros que se denominan party and play. La parte de party viene de la ingesta de drogas. Y el play es el sexo en el que participan. Buck tiene claro su fetiche: hombres negros.

Cuando consigue llevárselos a su casa, en ocasiones, les inyecta metanfetaminas directamente. Y si los hombres no quieren participar en la ingesta de drogas, no consiguen quedarse a lo demás. Para él es un pack completo. Se le acusa de haber inyectado dosis mortales a dos hombres, de tener un círculo de prostitución y de incentivar al sexo por dinero incluso con viajes.

Por lo que se ha investigado, el modus operandi habitual de Buck es captar el interés de hombres negros adictos a las drogas. Los invita a su casa y allí les droga hasta que quedan inconscientes. Es entonces cuando abusa de sus cuerpos, habiendo pactado antes que eso ocurriría a cambio de una elevada cantidad de dinero. En ocasiones no necesita que los hombres queden inconscientes, pero es un añadido que, por lo que comentan quienes le han denunciado, le gusta particularmente.

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